Hablé con un suscriptor que me dijo que él era más de invertir por sensaciones.
Me intrigó, así que le pregunté a qué se refería.
Dice que él ve la casa, el barrio y si le gusta, compra.
Entonces, como siempre, le pregunté por números.
No sabía.
Otro suscriptor, Alberto Tamayo, me dijo:
Es la excusa perfecta para no hacer un curso que nos da pereza, mejor invertimos pensando que lo hacemos bien y nos saltamos la teoría.
Y además dijo algo muy interesante que comparto con él:
Cuando entra alguien de prácticas en nuestro departamento me da cosa que haga algo porque la puede liar, pero, sin embargo, me cuesta aceptar que para invertir yo también tengo que estudiar.
Es como que no quiero reconocer que tengo que pasar por ese proceso.
Y, por supuesto, tiene sentido.
Un médico no te va a operar sin haber estudiado. Hay mucho en juego.
Un abogado no te va a defender sin haber estudiado. Hay mucho en juego.
Pero para invertir decenas de miles o cientos de miles, para eso no.
Y es que para poder invertir y ganar dinero, hay que estudiar.
Me pregunto por qué, pero no se me ocurre nada.
Lo único es que como nadie nos juzga, nos da igual.
Que como las casas suben, pues como sea acertaré.
Pero hay una gran diferencia entre un inversor y otro.
Unos ganan mucho dinero a lo largo de su vida y otros compran solo una casa.
No sé, es una idea loca de un suscriptor.
Si te gustan este tipo de ideas locas, el curso de inmobiliaria te gustará mucho.
Porque si algo enseña, es a aprender a invertir para ganar dinero.
Vamos, para que sepas lo que haces y ganes dinero.
Suscríbete a mi newsletter diaria y podrás conseguirlo.
Deja tu correo abajo.